Nos Visitan

Las Incondicionales

miércoles, 25 de mayo de 2011

Sorprendentes aliados - Cap 2 - Petición - Electrica Cullen Black


CAPÍTULO 2 - PETICIÓN

Durante un par de minutos y bastantes kilómetros, el único sonido que se escuchó en la furgoneta –aparte del propio del forzado motor– fueron los desgarradores sollozos que Wanda emitía en brazos de Mel. Eso y la pesada respiración de Jared, quien aferraba el volante con tanta fuerza que pronto sintió como se le agarrotaban las manos.

Jared temía lo que vendría después... a pesar del tiempo transcurrido, recordaba demasiado bien el "luto" de Wanda por aquellas almas desconocidas... Dejando a un lado su propio dolor por la perdida de Ian, trataba de prever como hacerla reaccionar para que no cayese en ese estado, pues esta vez no podía confiar en hubiese alguien capaz de traerla de vuelta. Sin embargo hubo un tiempo en que le habría resultado mucho más fácil. Uno en que no se trataba más que de un compañero... pero ahora Ian O`Shea era como su hermano, y eso volvía a reabrir viejas heridas mal curadas...

Melanie captó la furtiva mirada que les lanzo a través del espejo retrovisor... y lo supo. Pero también ella dudaba que pudiesen hacer mucho por su hermana. Sé sentía tan inútil como cuando estaba atrapada en su propio cerebro..., salvo que esta vez su incapacidad era la de pensar. Ni siquiera en la gran ironía que encerraba el drama que estaban viviendo: Por expreso consejo de Doc, esta iba a ser su última misión... y en realidad sería la de Ian.

Los sollozos dieron paso a los resoplidos, pero esta fase duro poco.

- ¡Jared, da la vuelta! –ordenó Wanda, reaccionando al fin.

Por su tono de voz, Jared supo que habría tratado de arrebatarle el control de vehículo de haber estado en el asiento del copiloto. Por si acaso redujo la marcha antes de denegar su petición.

- ¿Para qué, Wanda? ¿Para qué el sacrificio de Ian sea en balde?

- ¿¡Cómo que para qué? –Chilló haciendo caso omiso de los intentos de Mel por calmarla.– Tenemos que ver dónde lo llevan... ¡Hay que rescatarle!

- No –Jared ni siquiera necesitó meditarlo.

- ¿No? ¡No! –Gritó furiosa, debatiéndose entre los brazos de Melanie.

Wanda quiso arañarle. No. Más que eso. Deseaba arrancarle los ojos. Era un sentimiento que en otras circunstancias le habría asqueado e incluso asustado tener..., pero ahora, en este preciso instante, formaba una parte tan natural de su ser como el color de sus ojos o el profundo amor que sentía hacía Ian. Por lo visto, cada vez era más y más humana, virtudes y defectos incluidos.

- Wanda... –susurró Mel, tratando de mantener la calma a pesar de que, aunque era más fuerte, a duras penas podía sujetarla.– Piensa en lo que estas pidiendo. Si regresamos será para morir con él, nada más.

- Wanda, se razonable. –Añadió Jared.– ¿No vistes sus ojos? Ese buscador no iba tras un anfitrión... buscaba comida.

La pena casi ahogó la voz del hombre en las dos últimas palabras, tirando por tierra su mascara de tipo duro e indiferente... No obstante, Wanderer, la considerada y amable alma viajera, estaba demasiado destrozada para percatarse.

- ¡No! –Grito. Su corazón se negaba a creerlo..., a darse por vencido. Pero una parte de su mente sabía que ellos tenían razón. Ian se había entregado como alimento para que ellos pudiesen escapar.– ¡No! –Repitió, pero esta vez no reconoció su propia voz. Ni siquiera fue consciente de haber movido los labios para producir el sonido, demasiado absorta en tratar de escapar de la negrura que había comenzado a engullir todo cuanto la rodeaba.

........

Mientras tanto, en las afueras de la ciudad, Ian trataba de asimilar todo un cúmulo de información: Los estudios de medicina de Carlisle, el origen de su familia, el importantísimo rasgo que los diferenciaba de los demás vampiros, quienes y cuan diferentes eran los Vulturis, el tratado y las posteriores "alianzas" con los Quileutte –habían discutido mucho sobre como contárselo todo sin mencionar las metamorfosis, pero finalmente renunciaron al secretismo; ante la imposibilidad de desligarlas de la historia y por el bien del futuro común– la resistencia llevaba a cabo en Forks y en La Push...

Aunque todo apuntaba a que eran los "buenos"... Las nuevas revelaciones cambiaron su forma de ver al grupo de los Quileuttes. Inevitablemente los miró receloso, apartándose un paso del joven que permanecía a su lado, preguntándose cuales de ellos serían aquellos seres fantásticos descritos por Carlisle, –en realidad no estaba muy seguro de querer saberlo, mejor dicho de querer confirmarlo, pues al mirarlos más detenidamente le fue increíblemente fácil identificar al musculoso grupo– y por primera vez reparó en el hombre blanco.

Parecía tan tranquilo y relajado entre tanto monstruo...

Edward sonrió complacido por su reacción, un vestigio del pasado antagonismo entre ambos clanes, pero se apresuró a tranquilizarle a instancias de Jasper.

- Todos somos los buenos, Ian. Como te a dicho Carlisle, mi familia... bueno,... nosotros... somos diferentes al resto de los de nuestra especie y eso nos creó poderosos enemigos en el pasado. No queremos ser monstruos... por eso no cazamos humanos para sobrevivir. Por eso nuestros ojos son dorados y no rojos. Nos llamamos "vegetarianos" en plan chiste privado, pues usamos la sangre animal como sustituto. Tratamos... solemos ser buenos en todo lo que hacemos... aunque a veces es más difícil resistir y pueden ocurrir accidentes. La sangre de los animales nos mantiene vivos pero... no nos quita la sed por completo. Basta oler una gota humana para que nuestro apetito se vuelva difícil y doloroso de controlar... ¡pero no imposible!.

Ian no dudo ni un momento de su última afirmación, a tenor de la férrea determinación de su expresión.

- Gracias a este supremo esfuerzo pudimos coexistir en paz con los bisabuelos de la tribu y veníamos haciéndolo de nuevo hasta que se produjo la execrable traición...

- ¿Traición?

- Nuestros "Reyes" –remarcó la palabra con sarcasmo y desprecio a partes iguales– nos han traicionado. Una vez más han antepuesto su ansia de poder, aliándose con los invasores para obtenerlo. Ellos mismos capturaron y prepararon a las primeras victimas de las inserciones... de no ser por su traición... –sus dientes apretados apenas dejaban salir las palabras y sus ojos destellaron adquiriendo un aspecto amenazador– no podrían dominarnos, ni cortar nuestros duros cuerpos y mucho menos sabrían como destruirnos eficazmente.

- ¿Vuestros "Reyes"? –Inquirió casi involuntariamente, con la vista aún puesta en el rostro del hombre de tez clara.

- Los Vulturis –replicó Edward, escupiendo las palabras como si fuesen un insulto.

- Dadle un respiro –dijo Charlie, devolviéndole la mirada.– Todo esto no es nada fácil de digerir.

- Pues tú lo hiciste muy bien Charlie. Y en tiempo record. –Comentó Jake– Quizá...

- Nada de entrar en fase, Jake. –Conminó Jasper con el tono seco y autoritario propio de quien esta acostumbrado a mandar a un regimiento, y luego, ante el abrumador peso de las miradas sorprendidas de todos, incluido Ian, añadió en un susurro tranquilizador– Por favor.

Jacob bufó.

Ian deseó con todas sus fuerzas no tener que dividir constantemente su atención para "vigilar"ambos grupos.

- Sí, Jasper tiene razón... a mí casi me da un ataque al corazón, chaval. Y eso que te he visto crecer... incluso te he cambiado los pañales en un par de ocasiones...

- Ojalá pudiésemos darle tanto tiempo como a ti Charlie. –Dijo Edward, cortando la protesta de su futuro yerno por el comentario intimista del abuelo de Ness.– Y tampoco lo tenemos para "jugar a ver que pasa", Jake. –Agregó lanzándole una mirada recriminatoria al chico. Una que quería decir: "piensa antes de actuar, ¿quieres?"–. Ian sabe de sobra como es realmente el mundo que le rodea, no necesita "ver" para "creer".

Edward tenía razón. Ian necesitaba solamente respuestas..., una respuesta en realidad. Y estaba más que preparado para obtenerla.

- ¿Qué queréis de mí? Esta claro que, por ridículo que me resulte pensarlo siquiera, hablabas en serio cuando dijiste que necesitabais mi ayuda.

- Cierto. El salvamento por parte de Edward no fue del todo un gesto altruista. –Admitió Carlisle con tono cansado.– Necesitamos que tú y tu gente nos liberéis de la primera tarea que nos impusimos a nosotros mismos, proteger a los últimos supervivientes de Forks.

» Tranquilo, no vamos a pediros que masifiquéis vuestro hogar, simplemente ponemos en tú conocimiento que al norte de vuestro emplazamiento, a unos dos kilómetros en coche, desde hoy mismo habrá una nueva cueva donde seréis bienvenidos y... bueno... os agradeceríamos mucho si, como buenos vecinos, echarais una mano de vez en cuando a toda esta gente para abastecerse.

- Pero... por aquella zona no hay cuevas... Es imposible... juraría que son una cordillera de rocas macizas...

- Confía en mí –mascullo Charlie–. No necesitas saber cómo, sólo que dentro de dos horas las habrá.

- También me gustaría aprender a retirar las almas, eso nos proporcionaría la oportunidad de recuperar a nuestros integrantes en caso de que se produjese alguna captura. Alice es incapaz de ver el procedimiento exacto.

Ian abrió los ojos desmesuradamente. ¿Cómo sabían eso? ¿Lo daban por supuesto porque contaban con Wanda y Sol? ¿Y a que se refería con "ver el proceso"? ¿Desde cuándo y cómo los vigilaban?.

- No estas haciéndote las preguntas correctas. –Musitó Edward, controlando a duras penas su impaciencia.– Sí pudieses pensar con más claridad seguramente caerías en la cuenta de que somos los anfitriones perfectos... Vivimos eternamente, ya que somos prácticamente indestructibles, por lo tanto las almas jamás tendrían necesidad de trasladarse de cuerpo en cuerpo. Entonces..., ¿por qué hay tan pocos vampiros insertados?

Ian no supo que decir. Tal vez aquellos vampiros poderosos habían puesto restricciones al respecto.

Edward suspiro.

- La respuesta es obvia. Somos el anfitrión ideal, cierto, pero al mismo tiempo representamos un gran problema. Mejor dicho, un grave problema. No tardaron mucho en darse cuenta de ello, y esa es precisamente nuestra gran baza, la única que tenemos para ganar la batalla de la supervivencia. Nosotros y vosotros.

Ian no dio muestras de seguir el curso del razonamiento de Edward, –no había que ser vidente para saber que estaba perdido, del mismo modo que Jasper no necesitó serlo para conocer los derroteros de los pensamientos de Jacob instantes antes– así que volvió a exhalar un suspiro resignado antes de explicárselo.

- Tuvieron que parar a la espera de que las arañas encontrasen una solución efectiva, o de lo contrario el planeta pronto quedaría cerrado a la colonización, pues no nos reproducimos..., no exactamente. Y lo que es peor, en relativamente poco tiempo quedaría desierto... reducido a un planeta esquilmado de vida"inteligente".

La mente de Ian bullía enumerando solamente las ventajas que ofrecía la condición de su interlocutor... motivo por el cual le ilumino con una simple pregunta.

- ¿Qué comemos?

Sus ojos se agrandaron en extremo, e inconscientemente se llevó una mano a la garganta mientras evocaba a uno de ellos saciando vorazmente su sed.

- Exacto, y ahí radica el problema. Sí no consiguen parar están matando a uno de los suyos... y si lo consiguen crean un nuevo vampiro. Algo que dista mucho de ser bueno para la pobre alma que lo habita. Automática e invariablemente pierden el control del nuevo ser, incapaces de enfrentar y refrenar la abrumadora sed que domina por completo sobre cualquier otra cosa a su anfitrión...

- Y un neófito descontrolado es capaz de acabar por sí solo con una pequeña población entera en un escaso margen de tiempo. –Apunto Jasper– Ni siquiera les funciona el truquito de reemplazarlas inmediatamente por otra experimentada en el manejo de nuestro complejo cerebro... Yo llevo más de medio siglo esforzándome por conseguirlo... y sigo siendo el eslabón débil.

Carlisle le paso un brazo por los hombros, un gesto tan tierno y reconfortante que hizo que a Ian le escociesen los ojos. Y la joven le acarició la mejilla, dejando la mano sobre ella, mientras se dirigía a Ian por primera vez.

- Tía Alice dice que esas "cosas", las arañas están trabajando en la fabricación de sangre sintética o algo así, además de un compuesto que haga que no toleremos otra cosa.

- Por eso es que pedimos tu ayuda para mantener a esta gente a salvo. Para así poder dedicarnos a cazar yliberara todos los vampiros anfitriones y, finalmente, enfrentarnos a los Vulturis impidiendo que creen más. –Gruñó Edward.

- Tendría que consultarlo... –reflexionó Ian– solamente puedo hablar por mí mismo en este momento.

- Por supuesto. –Convino Carlisle.– Volveremos a vernos en cuanto la decisión este tomada. No te preocupes..., nosotros te encontraremos a ti cuando sea el momento oportuno. Igual que te encontramos hoy.

Ian trago en seco. No era una amenaza. Ni el tono, ni la intención podrían calificarse como tal y no obstante resultaba inquietante. Todo misterio lo es. De todos modos se cuido muy mucho de no preguntar.

- Digan lo que digan los demás..., contad conmigo. Es lo menos que puedo hacer después de salvarme la vida ¿no?

- "Algo" me dice que dirán que sí –susurró Edward, guiñándole un ojo a sus acompañantes a una velocidad tal que nadie más lo notó– pero de todos modos añade a la oferta la garantía absoluta de que recuperareis a los dos humanos con los que mostrareis a Carlisle el procedimiento de retirar las almas... Ah, ah. Permítenos conservar al menos una pequeña parte de nuestros secretos. –Interrumpió antes de que Ian pudiese formular la pregunta que ya estaba en la punta de su lengua, incapaz de aguantarse esta vez.– Puede que cuando los Vulturis no sean más que un mal recuerdo, y si sobrevivimos para entonces, te los cuente.

- Esta bien. –Qué otra cosa podía decir.– Lo primero entonces es encontrar el medio de reunirme con mi grupo de expedición o intentar volver a casa por mis propios medios... La primera opción sería la más segura, pero dudo que pueda hacerse.

Carlisle sonrió paternalmente, e Ian se sorprendió a sí mismo buscando rasgos de su propio padre en él. Era absurdo, lo sabía de sobra, sin embargo aquella criatura era más humana y cercana que mucha gente que había conocido –antes, durante y después de la invasión–... le inspiraba las mismas sensaciones y sentimientos encontrados que Wanda, al principio de permitirse conocerla.

- Veo que no has reconocido dónde estamos. Supongo que con tanta gente el paisaje cambia bastante..., –Ian miró a su alrededor y parpadeó varias veces para asegurarse de que sus ojos no le engañaban, acababa de reconocer el emplazamiento donde ocultaban el camión con su preciado alijo– por no mencionar que tenías cosas mejores y más urgentes que atender que inspeccionar el lugar.

- Carlisle. –Intervino Edward– Alice dice que ellos estarán aquí en diez minutos a lo sumo.

- ¿Ellos? –Balbuceó Ian, un tanto inquieto por la respuesta que pudiese recibir.

- Tú familia, por supuesto. No íbamos a salvarte para luego abandonarte a tu suerte..., aunque me temo que sí para dar todas las explicaciones.

Y sin mediar ni una palabra más, los Quileutte se pusieron en marcha y ellos los siguieron, borrando a su paso –de alguna misteriosa forma– el enorme rastro que debería dejar en la fina arena toda aquella gente.

Para quienes esperaban este cap. Gracias por vuestra infinita paciencia.!

jueves, 19 de mayo de 2011

Noticias, Premios y datos curiosos ^^

Chicas! Hola Hola Hola! como estan?? Muy enojadas conmigo?? :(

Espero que no, pero tampoco se alegren mucho porque esto no es un capi jajaj pero les aseguro que me estoy poniendo todas las pilas posibles para que no me odien y nos pongamos al dia con los fics!
Y aunque esta entrada puede ser un poquito larga  espero  les guste lo que les tengo
 *-*

Antes de llegar a publicar algun capi o fic, les tengo varias noticias.

martes, 17 de mayo de 2011

Como la crema y la canela - Cap 20 - Epílogo (Jake)



Para leer haz Click AQUI


Buenas noticias para las Hosters

Respecto al nuevo libro de Stephanie Meyer, ( la edición de bolsillo de Tehe Host) se ha anunciado que donará 1 dólar a Red Cross para beneficio de Haití y Chile. En él
Santa Meyer nos regala un capitulo desde el punto de vista de Mel cuando despierta tras la separación. Si quereis leerlo o incluso descargarlo en PDF o Word aquí os dejo el link
http://es.scribd.com/doc/55569624/The-Host-Edicion-de-Bolsillo-Extras
Que diferente a lo que yo me imaginé... Mmmm pero me fascinó... Y si ayudan al país de mi Neny... creo que me lo comparé cuando llege a España!!! XDD

martes, 10 de mayo de 2011

Aviso


Siento tener que deciros esto... pero llevo cinco días enferma ( estómago revuelto, fiebre y dolor de cabeza) así que, obviamente he tenido que suspender mis sesiones de escritura... Como la crema y la canela al ya estar escrito creo que podré seguir subiendolo pero Sorprendentes aliados y Jamie y Elen estan con el siguiente cap apenas empezado... Hoy parecía que amanecí mejor pero... de eso nada Tengo la cabeza que me va a estalllar!!! Dios que pare ya!!! He subido solamente a dejaros este aviso para que si alguien pasa por aquí sepa que no he abandonado... todavía no... por sobre mi cadáver XDD (Espero que no literalmente)

Os quiero !!!

Electrica.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Nuevos Comienzos con Grandes Ideas y Hermana


Asi es chicas, yo, osea Neny Writter Cullen estoy de vuelta tanto para mejorar las historias anteriores como para terminar las que llevan meses ( por no decir años :S)  en cartelera. Pero no vengo sola. traigo una nueva integrante de la familia.

Mi querida Hermana Bloguera y amiga incondicional Electrica Cullen Black tambien estara presente con sus maravillosos escritos...por lo mismo el blog ya no es solo mio sino que Ele nos llevara a la magia de La Huesped y a mundos diferentes como es la union de la tierra invadida por las almas junto a maravillosos vampiros. Las invito a leerla, ella es simplemente genial.

No dire cuando vuelvo con capis nuevos, de ahora en adelante sorprendere con actualizaciones improvisadas. Aunque ahora tengo el tiempo y las ganas de escribir de vez en cuando puedo desaparecer  sin aviso.

Quizas no todas lo sepan, pero mi mejor amiga, compañera, confidente y por sobre todo MADRE fallecio el pasado 14 de abril, despues de 7 años de lidiar con una maldita enfermedad como lo es el cancer. Sin embargo, por fin descansa de su angustia y aunque eso a veces me derrumba (recordar que ya no esta conmigo) se que ella seria feliz si me ve haciendo lo que tanto amo, como es dejar volar mi imaginacion y mis dedos sobre el teclado de la cumputadora, escribiendo locuras.

Espero las incondicionales sigan aqui, como lo es Diana, a quien le debo mil gracias por sus visitas casi diarias :S, debo decir que eres maravillosas. Gracias a cada una de ustedes por las hermosas palabras de apoyo en facebook y msn cuando supieron lo de mi madre y gracias tambien, por no dejar que me derrumbara.

Agradecer especialmente  a mi hermosa y por siempre eterna (valga la redundancia ^^) Abigail o Abby. Quien normalmente les daba ideas sobre como estaba yo o en ocaciones les daba recomendaciones de fanfics. Gracias por tu compañia, por tu amistad y por tu apoyo. Te extrañare demasiado pero se que eres feliz viviendo en Francia. 

Sin mas que decir que...
 BIENVENIDAS a LAS HISTORIAS DE NENY Y ELECTRICA..
re-inauguramos el blog .

Las quiere demasiado

NENY W CULLEN

martes, 3 de mayo de 2011

Como la crema y la canela - Cap 17 - Noche de luna blanca y dorada miel - Electrica



ADVERTENCIA: Este cap contiene lemmon. Bueno... en realidad casi todo el es lemmon en estado puro, así que absténganse de leer si no les gusta o son demasiado jóvenes para este tipo de lectura o sus mentalidades no es lo suficientemente abierta... No pasa nada si pasan directas al siguiente. Creo que mi narración lo permite perfectamente.

NOCHE DE LUNA BLANCA Y DORADA MIEL

JAKE POV

Estaba nervioso. Tanto como si fuese mi primera vez. De echo..., en ciertos aspectos lo era. Sería la primera desde mi transformación. No es que no hubiese estado tonteando con ninguna chica siendo licántropo... –muy al principio hubo un par– pero con ninguna había ido tan lejos.

El nerviosismo y la inseguridad me llevaron a formular un deseo descabellado: Durante una décima de segundo deseé con todas mis fuerzas no haber sido el primer hombre para Ness... Siguiendo una lógica absurda, pensé que así ella sabría si algo iba mal o no, pues yo temía ejercer demasiada fuerza y lastimarla. ¿Acaso no se había quejado en más de una ocasión de que no la dejaba respirar con mi efusivo abrazo?

Acto seguido me habría golpeado a mí mismo. Por supuesto que me complacía que fuese virgen. Y no por el tonto orgullo del estreno. Romper aquella membrana significaba tanto para mí como abrir un brick de zumo, por ejemplo. O sea, nada. Lo que verdaderamente me colmaba de dicha, era el enorme privilegio de ser su primer amor en todos los sentidos, y compartir así con ella todas sus primeras experiencias...

El primer beso... la primera caricia... Esos ya eran míos. A partir de esta noche mi mente también atesoraría todas las demás: El sonrojo al mostrar su cuerpo totalmente desnudo a su primer amante..., sus gemidos en respuesta a las caricias más intimas y perversas..., el despertar de su deseo y la posterior liberación de su lado salvaje... y por último su glorioso primer orgasmo.

Nessie y yo nos habíamos estado reservando. No porque ella creyese en eso de llegar virgen al matrimonio, ni nada parecido. En realidad tenía más que ver con mi necesidad de salvaguardar nuestra intimidad de la red telepática de la manada. Eso era lo que me ayudaba a no perder el control cada vez que le ponía las manos encima, limitando mis caricias con el freno de mantenerla decorosamente vestida. ¡Uf! Algo realmente torturante, supongo que para los dos.

Odiaba tener que separarnos bruscamente cada vez que fallaba mi autocontrol y nos pasábamos de la raya..., y pedirle que recompusiese su ropa sin atreverme a mirarla ... Odiaba mi debilidad al no poder evitar evocar de cuando en cuando alguno de esos momentos estando en mi forma lobuna..., especialmente durante las largas y tediosas rondas de rutina...

Incluso contando con el firme respeto de mis hermanos –que evitaban "mirar" esa parte de mis pensamientos en cuanto detectaban hacía donde iban dirigidos– me resultaba tremendamente violento.

Pero esta noche era diferente. Era nuestra "gran noche", y por consiguiente todo estaba permitido... Además, Sam me había ordenado no entrar en fase durante un mes a partir de hoy.

Una oleada de gratitud y apreció recorrió mi ser al recordarlo. Sam había tomado la misma precaución para sí mismo el año pasado, cuando al fin él y Emily se decidieron a dar el "gran paso". Claro que en su caso era un poquito tarde... al menos en lo que a mí concierne.

A consecuencia de la imagen que inundó mi sesera, las comisuras de mi boca se curvaron hacía arriba sin permiso previo, y mis mejillas se colorearon intensamente.

« Apenas llevaba una semana en la manada, razón por la que Sam no solía despegarse de mi lado. Ese era el procedimiento habitual con todos los novatos, aunque con unos fuese más necesario que con otros. Nos encontrábamos los dos solos, patrullando por los límites de la reserva. Una simple vuelta de reconocimiento como tantas otras.

Su mente no era más que una sucesión borrosa de árboles desapareciendo velozmente por sus flancos, hasta que ¡Paf! De golpe y porrazo me encontré contemplando desde abajo a una sudorosa Emily, gimiendo su nombre como una posesa mientras "literalmente" le cabalgaba.

Mis articulaciones se bloquearon y caí de bruces.

La imagen se disolvió con la misma rapidez que apareció. Y yo... bueno, yo estaba abochornado y no sabía dónde meterme. Me sentía un sucio mirón y temía el enfado de Sam, como si fuese culpa mía y no suya el que yo hubiese "contemplado" aquello.

Por suerte, él también estaba avergonzado y... digamos que se limitó a pedirme perdón y mantener una considerable distancia entre ambos durante el resto del día.»

Ahí fue cuando me di verdadera cuenta de que mi nueva condición implicaba no volver a tener privacidad nunca más.

Suspiré. Ness llevaba más de media hora encerrada en el cuarto de baño.

En mi cabeza podía recrear perfectamente la escena que se estaba desarrollando detrás de aquella puerta: Mi niña se encontraba frente al espejo, atenazada por la vergüenza y la inseguridad, mirando su cuerpo a través de una de esas cosas minúsculas y transparentes... preguntándose si me gustará lo que ella ve –puse los ojos en blanco– O puede que añorando un pijama... O quizá...

No quería apresurarla pero, lo cierto es que estaba empezando a preocuparme. ¿Y si lo que la retenía allí dentro en verdad era miedo? ¿Un miedo atroz a entregárseme?

- Ness... ¿todo bien? –Inquirí tratando de que mi voz no delatara mi preocupación.

NESSIE POV

A pesar de la gruesa puesta, su voz llegó a mi alta y clara haciéndome volver a la realidad con un respingo.

- Sí –Mentí. Ocultando el nudo de mi garganta empleando un monosílabo.

Las manos me temblaban y el corazón estaba a punto de salírseme por la boca... y, siendo sincera, si no fuese Jake quien me esperaba, ahora mismo estaría comprobando si podría pasar mi cuerpo por la minúscula ventana que se reflejaba por encima de mi hombro.

- Venga Ness, no te puedes permitir un ataque de nervios ahora –susurré por lo bajinis a la imagen del espejo, mirándome directamente a mí misma a los ojos.

Tome varias inhalaciones, maldiciéndome por haber dejado que tía Alice me hiciese la maleta. Me sentía tan desnuda con todo lo que me había probado... Eso lo hacía aún peor.

Además, se supone que estas prendas deberían hacerme sentir sexy ¿no? Pues bien, al menos esperaba que Jake no me viese tan ridícula como lo hacía yo.

« No seas cobarde –me increpé.– No puedes quedarte aquí eternamente. Has deseado muchas veces que llegase este momento ¿no? –Me recordé obligándome a soltar el borde del lavabo y encaminar mis pasos hacía la puerta.– Pues bien, es la hora. »

- Nessie, me estas asustando. Te doy cinco minutos para salir an...

Su primera frase coincidió con mi mano girando la manilla, y el comienzo de la segunda con cuando tiré de ella y avancé un paso fuera del cuarto de baño.

- ..tes de echar la puerta abajo. –Remató la frase con un tono considerablemente más bajo y en plan autómata.

Sus ojos hambrientos recorrieron mi cuerpo haciéndome sentir caperucita "extra"roja, –una alegoría muy apropiada no sólo por el feroz animalito y el color de la minúscula y etérea negligé con braguitas a juego que finalmente había escogido–pues aunque todo mi cuerpo ardió espontáneamente –como acariciado por dedos invisibles y lujuriosos– todavía podía identificar el calor propio del furioso sonrojo, campando a sus anchas por mis mejillas.

Por si eso fuese poco, mi hermoso, moreno y prácticamente desnudo Dios griego particular trago ostensiblemente en seco –todo un cumplido–. Incorporándose acto seguido de la cama para acudir a mi encuentro con la más hermosa y dulce de las sonrisas adornando sus bellas facciones varoniles.

- Estas preciosa, cariño –musitó besando mis manos. –Pero no tenemos que hacerlo, niesta noche ni ninguna otra, si no te sientes preparada, ¿vale? –añadió levantando mi barbilla con dos dedos para mirarme a los ojos, tomando luego mi cara entre sus manos.

La infinita ternura y capacidad de sacrificio que encerraban sus palabras..., la absoluta sinceridad y devoción que leía en el fondo de sus ojos..., terminaron de esfumar mis miedos e inseguridades, y yo misma dejé caer al suelo la vaporosa negligé, escapando de entre sus manos para atrapar sus labios.

Fue toda la respuesta que Jake necesitó.

Respondiendo a mi beso con fiera necesidad, nos giro conduciéndonos con urgencia hasta el mismísimo borde de la cama, a la que me empujó con suavidad en cuanto nos concedimos el ineludible descanso para tomar aliento.

Me deslicé de espaldas por ella, buscando ponerme más cómoda y... ¿por qué no?, descansar la cabeza sobre la almohada. Mientras tanto, mis curiosos ojos no perdían detalle del espectáculo que me ofrecía, deshaciéndose deliberadamente despacio del diminuto y ajustado tanga negro, adornado con una inscripción bordada en rojo chillón que rezaba: Propiedad de Ness –sin duda un de esos regalitos que los chicos entregan en las despedidas de soltero.– No estoy segura del todo, pero creo que en cuanto la tela dejó libre cierta parte de su anatomía, y antes de morderlos, me lamí los labios.

- Deja de morderte el labio o te harás sangre –susurró sensualmente, lanzando la prenda por encima del hombro y subiéndose a la cama.– Estas se...

Coloqué un dedo sobre sus labios, imponiéndole guardar silencio.

- Ajá. Sé que me dolerá un poquito, y créeme, estoy preparada para ello. Jake, te prometo que no me voy a romper ¿vale? –le tranquilicé invirtiendo los papeles.– Al menos no más de lo necesario. –Puntualicé.

Puso cara de pocos amigos.

- Lo sé. Perdona. Eso no a tenido ninguna gracia. –Me apresuré a disculparme haciendo un puchero.

Yo pretendía que fuese un gesto inocente que disipase su enfado... Tal vez incluso que le hiciese reír. Pero, por la ardiente pasión que volvieron a reflejar de inmediato sus ojos, quedó claro que él lo calificaría de un modo muy diferente. Bueno... por eso y por lo que hizo a continuación.

- Vale. Olvídalo. Sólo quería asegurarme –masculló todavía bajo mi dedo, una décima de segundo antes de lamerlo y atraparlo entre los dientes.

Su acción, además de inesperada, me resultó tremendamente excitante... e instructiva: Los preliminares habían comenzado. Y eso quería decir que pronto dejaría de estar arrodillado a mi lado.

JAKE POV

Dejé que retirase el dedo de mi boca, chupeteándolo sugerentemente en el proceso, y me puse en movimiento. Puesto que yo lo deseba y ella también, no había ninguna razón para que no nos complaciese a ambos ¿no?

Jadeó cuando me eché sobre ella. Y volvió a hacerlo cuando me las apañé para deslizarme entre sus piernas, oprimiendo mi erección contra el centro de sus braguitas. Pero no le di esa opción cuando, deshaciendo los minúsculos lacitos que las mantenían cerradas por las caderas, las retire de un tirón.

Mejor dicho, mi ansiosa boca se bebió aquel gemido.

Y mientras nos permitía respirar de nuevo... Mi "intrépido espeleólogo" inició su particular expedición..., tanteando enseguida la elástica barrera...

...Aumenté un poco la presión, y esta cedió con facilidad produciendo la pequeña hemorragia que cabía esperar. Apenas unas gotas a juzgar por el tenue aroma que llegaba a mis predispuestas fosas nasales. Nada por lo que preocuparse..., si no fuese porque se envaró y sus dientes atraparon los carnosos labios reprimiendo un quejido que de otro modo –estaba seguro– habría sonado bastante alto.

Alarmado, me detuve en seco.

- ¿Te hice daño?

- No. Es sólo que... –cayó indecisa.

Por supuesto, yo sabía que mentía. –Era virgen a fin de cuentas, y por lo tanto era imposible que no sufriese algún tipo de dolor por mucho que tratase de evitárselo.– Sin embargo su voz no dejaba traslucir demasiado sufrimiento, así que deje pasar por alto ese detalle exigiendo a cambio conocer el resto de la frase.

- ¿Qué?

Se mordió de nuevo los labios, esta vez avergonzada.

- Eres más duro y caliente de lo que esperaba. –Confesó al fin.

No supe que responder... ni ya puestos que hacer. Simplemente me quedé ahí; sosteniéndome con músculos temblorosos sobre su cuerpo para no aplastarla con mi peso muerto.

- Jake, enserio, todo va bien. –Susurró tomando mi cara entre sus manos y mirándome directamente a los ojos. –Mejor que bien– puntualizó mientras acortaba la distancia de nuestros labios hasta fusionarlos.

Respondí al beso con calmada dulzura. Y del mismo modo terminé de introducirme en ella; disfrutando la calidez y humedad de las paredes que me abrazaban milímetro a milímetro.

- ¡Oh! ¡Hmm! Tú también eres más estrecha de lo que creía. –Gemí contra sus labios– Y me encanta –me apresuré a añadir al ver el brillo de la preocupación en el fondo de sus achocolatadas pupilas.

Y era verdad. Resultaba muy placentero sentirse tan constreñido. Experimentar la enorme fricción que suponía volver a abrirme paso tras cada retirada...

Enterré el rostro contra su cuello, aspirando su aroma embriagador, mientras mis caderas proseguían con su sencilla danza –hacía delante y hacía atrás–. Y aunque al principio cuidé de que los movimientos fuesen pausados y suaves... enseguida me dejé llevar, intensificando el ritmo y la intensidad, animado por los entusiastas grititos que escapaban de su boca en ráfagas rítmicas y sus caricias cada vez más osadas, hasta convertirlos en hipnóticos y casi, casi salvajes.

No recordaba que fuese tan «bueno»... o quizá es qué nunca antes lo había sido... En cualquier caso no perdí del todo la perspectiva, y firme a mi propósito presté atención preferente a obtener e intensificar su placer; deslizando mi boca hasta sus pechos.

Mi jadeante amor –que profería gemidos de bienvenida a cada nueva estocada– siseó de gozo cuando pasé la lengua por las puntas de ambos pezones.

Satisfecho con el resultado, –y sin dejar de moverme en su interior– dejé uno al cuidado de los dedos de mi mano derecha mientras chupaba y soplaba alternativamente el otro; comprobando así si era físicamente posible endurecerlos todavía más.

El aumento de las palpitaciones de su bajo vientre, y su manifiesta incapacidad para articular mi nombre correctamente, me indicaron que su clímax se aproximaba a pasos agigantados. –Eso reclamó toda mi atención apartándome momentáneamente de mi travieso juegecito.– A partir de entonces solamente pensé en la cosa menos erótica posible –un perro aplastado sobre el asfalto de la carretera... cortarle las uñas de los pies a Billy...– mientras la ayudaba a llegar hurgando entre sus pliegues y trazando vertiginosos círculos sobre su hinchado clítoris.

Pero definitivamente nunca había sido «tan» bueno.

Nunca antes me había costado tanto retrasar mi propio orgasmo, ignorando el mandato exigente de su vagina contrayéndose alrededor de mi miembro, y la posterior invitación –algo más sosegada– de la tibia y creciente marea que los bañaba.

Claro que, tampoco antes había hecho realmente el amor... Ahora percibía la sutil, aunque importantísima diferencia entre lo que estábamos experimentando juntosy practicar sexo con alguien de tu agrado.

- No puedes hacerte idea de cuanto te amo –murmuré contra su garganta. Y dispuesto a demostrárselo la abracé con fuerza para evitar salirme de su interior al arrastrarla conmigo.

Ella emitió un pequeño gritito de sorpresa, quedando cómodamente asentada sobre mis muslos... sus cremosas piernas a cada lado de mis caderas...

... Sin dilación alguna dirigí las manos a su cintura y le marqué el ritmo urgente que debía seguir, obteniendo inmediatamente el mejor de los pagos.

- ¡Sí, oh, Jake, sí! –Gritó echándose hacía atrás dándome un inmejorable acceso a sus pechos. Que por supuesto aproveché.

Presa del intenso placer, enterró sus uñas en mi espalda y me nombro su dueño y señor; pero eso no era suficiente para mí. Era su primera vez y yo quería llevarla más allá..., subirla al mismísimo cielo. Quería hacerla disfrutar tantas veces y en tantas posturas como me fuese posible antes de regarla con mi semen y quedar exhausto... Quería colmarla de todo tipo de placeres para que su mente fuese incapaz de conservar el doloroso instante de la rotura del himen... Que se negase a aceptarlo como parte de esta sublime noche... Así que la alcé del todo y, ya libre, me escabullí de debajo de su tembloroso cuerpo.

Situándome detrás suyo la empujé con suavidad, logrando que quedase a cuatro patas y totalmente expuesta a mi vista.

- Jake. –Gimoteo cuando sucumbí al impulso de cubrir su palpitante sexo con la palma de la mano.– Por favor. –Suplicó temblando de pies a cabeza cuando al iniciar el perezoso recorrido hacía su interior, acaricié su hinchado clítoris con la yema del índice.

- Shh. Déjate llevar, Ness– susurré inclinándome para penetrarla también con la lengua haciendo que se contorsionase de un modo muy erótico.

Los murmullos de placer que escapaban de su garganta me volvían loco y estaba absolutamente seguro de que jamás me saciaría de sus jugos..., pero sus espasmos eran cada vez más continuos y mi erección insoportablemente dolorosa... así que moví el dedo y la lengua más deprisa, hundiéndolos mucho más profundamente mientras los giraba y giraba –una... dos... tres.. cuatro veces– y luego los reemplacé por mi pene, aferrándome a sus caderas para sostenernos a ambos.

El cabecero de la cama golpeaba con fuerza contra la pared... –sospecho que en realidad toda la cama protestaba ante mi impetuosa fogosidad, sólo que yo no era demasiado consciente en este momento– sin embargo, lejos de molestarme, eso me excitó aún más. Y en un momento dado mis manos comenzaron a tirar de sus caderas en la dirección contraria en la que impelía a las mías, alcanzando una penetración más profunda y placentera para ambos a juzgar por la intensidad de sus quejumbrosos gemidos... –sincronizados a la perfección con el cadencioso entrechocar de nuestros cuerpos– las frases de amor... de gratitud... incluso de suplica para que no me detuviese... –Todas ellas mezcladas y medio incoherentes.– Pero sobre todo porque no tardé en notar la inminente llegada de su segundo orgasmo. En última instancia, el autentico responsable de que ya no aguantase más y la acompañase al fin en su visita al paraíso.

El amanecer me sorprendió todavía despierto.

Temía cerrar los ojos y comprobar al volver a abrirlos que nada había sido real... Que ella no estuviese entre mis brazos... Que la nube cobriza de su sedosa cabellera rizada no cubriese mi pecho...

Era una tontería, lo sé. Y no obstante cedí ante la necesidad de velarla hasta que la bañase la luz del día.

Saludé con un suspiro satisfecho al primer tímido rayo de sol que entro por la ventana y dibujó en su espalda. Mi amor aún dormía placidamente –su respiración lenta y acompasada así lo indicaba– acurrucada sobre mí. Mis brazos rodeaban su cintura y sus hombros respectivamente. –Dos trazos de canela sobre un dulce de crema.– Y una de mis piernas había terminado colándose entra las suyas... o quizá fuese al revés: una suya entre las mías...

... Qué más deba eso...

- Buenos días, vida mía –susurré cuando Nessie se removió en las lindes de la consciencia, causando un involuntario rocé en salva sea la parte.

... ni tampoco atormentar a mis hermanos al día siguiente de mil noches como aquella...

- Buenos días, amor mío –murmuró aún adormilada, aunque volviendo a restregarse premeditadamente.

... si es que conseguimos aguantar hasta la noche, claro. Un movimiento más como ese y juro por lo más sagrado que hoy no sería el caso.

- ¡Nessie!... No me provoques. –advertí severamente.– No enciendas un fuego en el que no estés dispuesta a arder.

- ¿Y quién dice que no lo estoy? –musitó estirándose en busca de mis labios asegurándose de provocar un nuevo toque.

- Tú lo has querido –Gruñí. Girándonos y aprisionándola debajo.

N/A:Dedicado a todas las amantes del lemmon. Comenten por favor! ¡Uf! Es la primera vez que escribo una escena lemmon de un tirón... Es algo que al ser tímida me cuesta mucho de escribir. Mony que tal si le sigues rezando al santito (guiño) jajaja No me vendría mal para el resto de historias.

Con esto llegaríamos al final y solamente faltaría el epílogo... si no fuese porque tengo una sorpresita para vosotros. Un nuevo capítulo surgido gracias a un comentario constructivo de alguien muy especial. El próximo lunes lo tendréis. Se llama "Planes de futuro".

Afilianos ^^

create your own banner at mybannermaker.com!

Etiquetas

Electrica (9) Fer (8) OS (8) contest (8) NENY W CULLEN (7) Angel Mio (6) Lullaby (5) Ada (4) Mixxii (4) Aby (3) Maru (3) Naty celeste (3) Vivi (3) Nueva vida (2) bellaswan. (2) edward (2) historias nuevas (2) regalos (2) Amor (1) Aniversario (1) Blanca (1) Chris (1) Custodiando (1) Daly (1) Final (1) Marcial (1) Protegiendo al amor (1) asuntos (1) blog (1) capis (1) cumpleaños (1) duelo (1) happybirthday (1) kristen (1) lemmon (1) medidas (1) pena (1) regreso (1) songshot (1)